La obra Sueña de Gloria García Fernández es una obra entre lo onírico y lo celestial. El ala de un ángel, el camino con el cordel de Ariadna hacia el mundo de los sueños. La invitación del camino hasta el final que es abierto. La artista intenta que sigamos más allá del camino marcado. En una técnica mixta de colores suaves y una sola palabra Sueña.

Gloria, nos invita a desconectar del mundanal ruido, ese locus amoenus, del mundo onírico, de caer en los brazos de Morfeo sin la necesidad de benzopadinas, salir del estrés del siglo XXI. Es su obra un relajante de la psyché. Como dijo el poeta Antonio Machado «Ayer soñé bendita ilusión» Y es que ese sueña es ilusionarnos con nuestro sueño. 5 letras 3 vocales diferentes una «s» y una «ñ», conforman parte de la obra, además de ser el título, es una invitación a un mundo donde ocurren cosas reveladoras y fascinantes.

Sueña de Gloria García Fernández

Y no en la sociedad de la rapidez, de lo instantáneo, calma, ante todo mucha calma que dijeran los gallegos de Siniestro Total. Expándete, crea mundos imaginarios en el mundo de los sueños a eso nos invita Gloria García Fernández. En antítesis con la ciudad sin sueño del poeta en Nueva York del granaíno Federico Garcia Lorca. Un sueño con los ojos abiertos al ver el cuadro, un sublime sueño, ese camino o carretera sin final, con curvas como las fases del sueño. Llegar a la fase REM, el ala de un ángel, quizás se llame Morfeo, si hay un ángel con ese nombre.

Gloria con «sueña» nos invita a la desconexión con lo terrenal, para entrar en el reino de las huestes celestiales, invitación al subsconsciente buceo, al letargo consciente. En fin, Gloria García Fernández es una soñadora. Una portavoz de la creación y la desconexión del mundanal ruido de las grandes ciudades, una carretera, que se alarga más allá de la obra pictórica de técnica mística. Sueña es transcender de los mundos del ruido de la circulación de vehículos de las grandes ciudades y entrar en contacto con entidades superiores el Undibel de los calés. El ser celestial que a través de la obra de Gloria García Fernández, nos da la gloria del sueña, de ese sueño plácido, revelador, que nos aleja de la pesadilla y nos sume en la gloria y la dicha. Gloria soñadora, sigue invitándonos a soñar… incluso más allá del camino marcada, amparados por nuestro ángel de la guarda.

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